Informe expone la escasa atención y recursos públicos que le brinda el estado a los bienes culturales de forma discrecional y sin controles.
Falta de Transparencia en el PROgrama Arte en Barrios
Un reciente informe de la Auditoría General de la Ciudad de Buenos Aires sobre el programa Arte en Barrios (AEB), cuyo objetivo principal es acercar la oferta cultural de la Ciudad a todos los vecinos y garantizarles las condiciones para desarrollarse dentro del ámbito artístico, revela graves deficiencias en el manejo del programa, como la falta de transparencia y control en varias áreas clave.
En el informe se destaca el uso indiscriminado del Decreto 433/16 para realizar contrataciones, evitando los controles previstos en la Ley de Compras y Contrataciones No 2095. En el 40% de los expedientes analizados, no consta el acto administrativo de aprobación del gasto, y en el 100% de los casos examinados, no se encuentran las facturas o remitos por la contratación del servicio. Esta práctica se ha convertido en un patrón generalizado en diversas áreas del gobierno de la ciudad.
Una grave deficiencia del programa AEB es la falta de manuales de normas y procedimientos, lo cual genera un cierto anarquismo en las responsabilidades y acciones específicas del personal. No existe procedimiento formal para la selección de docentes para los talleres. Esta informalidad no solo genera precariedad laboral, sino que también dificulta la asignación de responsabilidades. Durante el período auditado, no se designó formalmente un coordinador del programa, ni de las actividades, ni del personal que integra los equipos de trabajo. Esto significa que afecta la calidad de los talleres y la experiencia de los participantes. Sin una figura clara y personal adecuado, la gente que asiste a las actividades termina lidiando con inconsistencia, falta de recursos y posible falta de seguridad. Además, no existe un registro formal de los inscriptos y asistentes a las actividades, lo que debilita la integridad de la información.
El informe también resalta las inconsistencias en la información de los listados de recursos humanos y docentes afectados al programa. No existe una planificación de actividades aprobada por acto administrativo de la autoridad superior, ni un criterio establecido para la selección de los espacios para el desarrollo de las actividades. Además, el programa carece de indicadores de gestión y estadísticas para monitorear el curso de su planificación.
El sistema de control interno de la organización tiene muchas fallas, por lo que no resulta confiable. Estos problemas reflejan un manejo opaco y desorganizado de los recursos culturales, alejándose del objetivo declarado del programa de acercar la oferta cultural a todos los vecinos de la ciudad. En lugar de cumplir con este objetivo, la gestión del Gobierno de la Ciudad de Buenos Aires parece priorizar otros intereses, dejando de lado una perspectiva social amplia y democrática. Es fundamental poner énfasis en los procesos formales de compras y contrataciones, ya que se trata de servicios que se pueden planificar, garantizando así una mayor eficiencia y transparencia en la administración de los recursos.