Para Rodríguez Larreta, la Cultura es sinónimo de marketing político

El acceso cultural es sinónimo de marketing político

El gobierno de la Ciudad de Buenos Aires bajo la gestión de Horacio Rodríguez Larreta se enfrenta a críticas sobre su enfoque hacia la cultura y la educación. Informes de auditoría han revelado constantemente las deficiencias de su administración en estos ámbitos.

Baleaks

En la Ciudad de Buenos Aires, la propaganda de Horacio Rodríguez Larreta se esfuerza por convencernos de que la cultura y la educación están al alcance de todos. Sin embargo, la realidad que se esconde detrás de su imagen brillante es desalentadora.

Un reciente informe de la Auditoría General de la Ciudad pone en evidencia las sombras de un programa supuestamente destinado a fomentar el consumo cultural entre estudiantes secundarios y docentes de escuelas públicas y privadas: el "Pase Cultural". Las cifras muestran una gestión llena de deficiencias y prioridades distorsionadas.

El presupuesto asignado a este programa, supuestamente vital para democratizar la cultura, es una broma de mal gusto. ¿Cómo puede disfrutarse de la riqueza cultural con tan solo $192 pesos? Rodríguez Larreta destina únicamente 44 millones de pesos, una cifra irrisoria considerando que debe cubrir las necesidades de más de 200.000 alumnos secundarios y 26.000 docentes. Esta realidad escandalosa pone en duda sus verdaderas intenciones. Pero las fallas de Rodríguez Larreta van más allá de los limitados recursos asignados. El informe revela una gestión ineficiente en todos los niveles. Desde la falta de planificación estratégica y recursos humanos mal distribuidos, hasta la inconsistencia en la definición y presupuesto del programa. ¿Es esta la gestión que debería liderar el acceso equitativo a la cultura?

Además, la selección de comercios y espacios culturales incluidos en el programa muestra una trama de favoritismos. ¿Cómo es posible que exista un "club de amigos" de Rodríguez Larreta que decide quiénes serán los beneficiarios y cómo se distribuirán los recursos? Es evidente que el acceso a la cultura también está reservado para aquellos que tienen privilegios políticos.

En conclusión, la gestión cultural de Rodríguez Larreta es un engaño para los ciudadanos. Mientras promete acceso y democratización cultural, los hechos revelan una administración ineficiente y oscura. Usa estas herramientas como estrategias de marketing político, mientras deja a estudiantes y docentes a su suerte. Los recursos presupuestarios se desvían hacia sus amigos y su propia campaña presidencial, dejando en claro sus verdaderas prioridades.



Equipo BA LEAKS .