La empresa a cargo del sistema que gestiona la app privada para pagar el estacionamiento en CABA no tiene personal técnico capacitado, protocolos de seguridad informática y la protección de los datos de vecinos y vecinas no está garantizada.

Una app sin freno: Nuevo sistema de estacionamiento medido tiene graves fallas

Un informe de la Auditoría de la Ciudad reveló múltiples deficiencias en el sistema de estacionamiento medido digital. Falta de controles, vacíos legales y riesgo para los datos personales de los usuarios.

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La empresa a cargo del sistema que gestiona la app privada para pagar el estacionamiento en CABA no tiene personal técnico capacitado, protocolos de seguridad informática y la protección de los datos de vecinos y vecinas no está garantizada.

En 2022 cambio la forma de pago para estacionar en las calles porteñas. Se reemplazaron los parquímetros por una aplicación móvil. La empresa elegida para operar el nuevo sistema se llama Blinkay. A simple vista, la medida parecía una modernización, pero el informe de la Auditoría General de la Ciudad (AGCBA) reveló lo contrario, este sistema tiene grave fallas.

El principal problema, según el informe, es la falta de control estatal sobre el servicio. El sistema opera sin que exista un plan de gestión de riesgos, sin modelos de análisis técnico ni protocolos que garanticen la calidad o seguridad de la información que circula. Tampoco hay evidencia de que los agentes a cargo hayan recibido capacitación específica sobre la plataforma.

A esto se suma la falta de documentación, porque no hay política de resguardo de datos, no se definen los niveles de privacidad, ni planes de recuperación ante fallos o ciberataques. En otras palabras, quienes usan la app para pagar el estacionamiento están dejando sus datos (incluso bancarios) en un sistema sin protección porque además no hay registros de monitoreo, ni evidencia de que se hagan pruebas de funcionamiento o actualizaciones del sistema. Entonces lo que debería ser una herramienta moderna para mejorar el tránsito se convirtió en un riesgo tecnológico y de privacidad.

Otra de las observaciones clave es que no se cumplió con el proceso de planificación para ampliar el sistema. En 2020 se sancionó una ley que autorizaba su expansión a más de 80 mil espacios. Sin embargo, hasta el momento, solo se pasó de 3.500 a 4.400 lugares tarifados. Pero sobre la tarifa, aumentó un 120% en 2023, y se anunció otro incremento para fin de este año.

La Auditoría concluyó que este nuevo sistema de estacionamiento carece de los elementos básicos para funcionar de forma segura y eficiente. La falta de planificación, el vacío de control y la exposición de los datos personales convierten una mejora tecnológica en un problema estructural.

Mientras tanto, vecinos y vecinas deben descargar una aplicación poco transparente, que no garantiza el resguardo de su información y que cobra tarifas crecientes por un servicio público esencial.