El GCBA genera controversia por millonaria inversión en una sola estación del subte porteño

El GCBA gasta, no resuelve

El Gobierno de la Ciudad de Buenos Aires aprobó, mediante la Licitación Pública Nacional N.º 241/2024, la puesta en valor de la estación Plaza Italia de la Línea D del subte. Con un presupuesto oficial de $4.057 millones, calculado al mes de mayo de 2024, el proyecto busca renovar accesos, galerías, escaleras, vestíbulos, andenes, y otros elementos clave de la estación. Sin embargo, la medida ha generado controversias debido a errores de gestión y cuestionamientos sobre el impacto limitado de la obra en el sistema de transporte.

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Uno de los principales problemas radica en la decisión de concentrar recursos en una única línea, beneficiando solo a una parte de la población. La Línea D, que atraviesa zonas clave como Palermo y Belgrano, ya cuenta con una infraestructura relativamente mejor comparada con otras líneas. En un contexto donde las deficiencias afectan múltiples estaciones y líneas del subte porteño, esta elección deja fuera a barrios y zonas con mayores necesidades, poniendo en evidencia la falta de equidad en la distribución de los recursos por parte del Gobierno de la Ciudad.

El elevado presupuesto también es objeto de controversia. Con una inversión superior a los $4.000 millones, se cuestiona que la suma podría haber sido destinada a mejoras más amplias o integrales en toda la red de subterráneos, que enfrenta problemas estructurales como falta de mantenimiento, saturación y deficiencias en accesibilidad. Además, el proyecto original formaba parte de una licitación más amplia denominada “Puesta en Valor de Estaciones – Fase 2”, que fue cancelada para redefinir su alcance, lo que refleja una planificación inicial deficiente por parte del Ejecutivo porteño.

Otro foco de críticas es la complejidad administrativa del proyecto. La intervención de múltiples áreas técnicas y normativas, así como la extensión de la documentación técnica, podría dificultar el control ciudadano. A pesar de que la Procuración General de la Ciudad aseguró la legalidad del proceso, la falta de mecanismos claros para garantizar la transparencia y el seguimiento en todas las etapas del proyecto genera inquietudes sobre posibles irregularidades y fallos en la gestión de la administración local.

La medida también reaviva el debate sobre las prioridades del gobierno porteño en materia de infraestructura. Mientras otras líneas del subte y servicios esenciales como salud, educación y vivienda presentan carencias críticas, la decisión de invertir recursos millonarios en una sola estación subraya una gestión que privilegia obras que hacen ruido para hacerse notar en lugar de soluciones de mayor alcance y equidad.

El plazo previsto para la ejecución de las obras es de nueve meses, pero el impacto real de esta inversión en la mejora del sistema de transporte público porteño queda aún bajo escrutinio. El proyecto de Plaza Italia, más allá de su importancia simbólica, expone nuevamente las tensiones entre las decisiones políticas y las necesidades reales de la población. Otra vez la gestión del Gobierno de la Ciudad gastando millones para hacerse notar con obras que solo llaman la atención en lugar de ayudar a los porteños con sus necesidades